domingo, 14 de enero de 2018

DERECHOS HUMANOS, DERECHO A PECAR

DERECHOS HUMANOS, DERECHO A PECAR

Por el

[La noticia es sintomática de una sociedad decadente, con tribunales insensibles al bien moral y con una ciudadania que se ve encumbrada en su mediocridad a exigir que se premie su deformidad moral. Aunque quizás sea un hecho de menor relevancia, cualquiera puede ver en él el cáncer profundo de una humanidad que ve en el ser humano al ídolo a quien dar culto, la Religión del hombre, que la Secta Conciliar con sus degradantes papas ha impuesto en el mundo, con aplauso y regocijo de los mismos que ahora enaltecen al “papa” Francisco, de quien sabemos de que parte se pondría en este doméstico litigio, en el que además además intervienen cinco mujeres, exigiendo sus derechos… a robar impunemente y sin vigilancia.
Es una noticia vista en un foro y comentada agudamente por alguien que ve mas allá de los paradigmas morales que se nos imponen.

“El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha dado la razón este martes a cinco cajeras de un supermercado de Barcelona que fueron despedidas después de que la empresa descubriera que robaban en el establecimiento gracias a cámaras oculta porque éstas se colocaron sin que ellas lo supieran y por tanto entiende que se violó su derecho a la privacidad y obliga a España a indemnizarles con 4.500 euros a cada una por daños y petjuicios.
De acuerdo con la sentencia, seis de los siete magistrados que integran el tribunal consideran que el dueño del supermercado ha violado el artículo 8 del Convenio Europeo de Protección de los Derechos Humanos sobre el derecho al respeto de la vida privada ya que deberían haber sido informadas de la colocación de estas cámaras ocultas y no fue así
No sabían que había cámaras
La sentencia impone el pago de 4.000 euros de indemnización a cada una por daños morales, además de entre 500 y 568 euros por costas y gastos. Para los jueces andorrano y eslovaca, Pere Pastor y Alena Polackova, respectivamente, el fallo condenatorio “constituye en sí una reparación suficiente por los daños morales sufrido
Según la sentencia, los tribunales españoles “no alcanzaron un equilibrio justo entre los derechos en juego”: el de la privacidad de las demandantes y el del derecho a la propiedad del empleador.
Robos de hasta 24.000 euros
Las cinco solicitantes de amparo trabajaban como cajeras en una cadena de supermercados familiar y sabían que se instalaron cámaras en la tienda para investigar posibles robos después de que el gerente notara algunas irregularidades entre los niveles de existencias y lo que realmente se vendía. De otras cámaras, cuya ubicación no era visible por haberse instalado en lugares ocultos, no se informó a los trabajadores.
Las demandantes, defendidas por el abogado de Barcelona José Antonio González Espada, fueron informadas en febrero de 2009 de unas pérdidas en existencias de entre 7.780 y 24.614 euros al mes por los responsables de este establecimiento de la cadena familiar de supermercados identificada como M.S.A.
Robaron y ayudaron a robar
Todas los trabajadoras sospechosas de robo fueron llamadas a reuniones individuales donde se les mostraron los vídeos en los que aparecían ayudando a clientes y a otros compañeros a robar artículos y robando ellos mismos. Tras admitir su participación en los robos fueron despedidas por razones disciplinarias.
Aunque los despidos fueron validados por la justicia española, el tribunal europeo, con sede en Estrasburgo, recuerda que los estados miembro del Consejo de Europa tienen la obligación de tomar medidas para garantizar el respeto a la vida privada de los ciudadanos y por ello se tendría que haber alcanzado un equilibrio entre el derecho de las demandantes y la voluntad del dueño del supermercado.”

De España deberá indemnizar con 4.500 euros a cinco cajeras que fueron pilladas robando

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Aquí han entrado en conflicto dos Bienes Jurídicos Protegidos: el Derecho de Propiedad del dueño del supermercado por un lado, y el Derecho a la Intimidad de las cinco cajeras por otro.
El cómo se ha resuelto esta antinomia nos da una idea acertada de en qué clase de Sociedad vivimos…
En una Sociedad productiva y ordenada donde imperasen principios tales como la Meritocracia y el Imperio de la Ley, estas cinco cleptocharos no sólo hubiesen sido despedidas terminantemente sino que además hubiesen purgado su crimen y resarcido el daño con el presidio y la confiscación de sus bienes.
En una Sociedad parasitaria y decadente como la nuestra, el legítimo propietario no sólo se ve despojado de sus bienes trabajosa y honradamente adquiridos, sino que además se ve primero reducido a la indefensión y a la impotencia para posteriormente ser nuevamente afrentado y expoliado.
Y todo ello mientras Jújel husmea todos nuestros pasos, desde lo que compramos y lo que votamos….impunemente y sin ninguna razón legítima…